Todo lo que debes saber de la fibrosis quística en ancianos

Todo lo que debes saber de la fibrosis quística en ancianos

¿Sabías que la fibrosis quística afecta a muchas más personas de las que crees? Según Rosa María Girón, neumóloga en la Unidad de Fibrosis Quística-Bronquiectasias, del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid, en España afecta a unos 3,500-4,000 pacientes. Tras varios años realizando estudios e investigación sobre esta enfermedad hemos descubierto que las personas con mayor riesgo de sufrir fibrosis quística son las poblaciones de Europa Central y Europa del Norte.

Esta enfermedad tiene un origen genético heredado, es decir, no se contagia y la caracteriza la alta tasa de mortalidad que tiene entre las personas que la padecen, afectando a diversos órganos del cuerpo como el aparato digestivo y los pulmones.
Gracias a los nuevos avances se han producido mejoras en la detección de esta enfermedad permitiendo que los pacientes que la sufren puedan vivir más tiempo.

En esta publicación vamos a tratar de explicaros todo lo que debes saber sobre la fibrosis quística en ancianos para poder comprenderlos mejor y ayudarles con el tratamiento y los cuidados necesarios.

¿Qué es la fibrosis quística?

Se trata de una patología hereditaria, como bien hemos dicho antes, que afecta principalmente a las glándulas mucosas y tiene una alta tasa de mortalidad.

Para que puedas comprenderlo bien, se produce la formación de un moco espeso que suele afectar mayormente a los pulmones y al sistema digestivo pudiendo llegar a bloquear los conductos del interior de los pulmones, el páncreas y el intestino.

Sin embargo, en algunos casos también llega a afectar a las glándulas sudoríparas y al aparato reproductor masculino.

¿Qué tipos de fibrosis quística existen?

Para hablar de los tipos de fibrosis quística que existen debemos tener en cuenta dónde se desarrolla la enfermedad. Como hemos dicho previamente, los órganos que más se ven afectados son los pulmones y el sistema digestivo. Ahora bien, sabiendo esto, los tipos de fibrosis quística son:

  • Fibrosis quística pulmonar: la mucosa en estos casos obstruye las vías respiratorias más pequeñas provocando infecciones pulmonares que derivan en patologías como la neumonía.
  • Fibrosis quística idiopática: puede resultar que por su nombre pensemos que tiene relación con la enfermedad anteriormente explicada, pero en este caso los pulmones se tornan rígidos y se cicatrizan progresivamente.
  • Fibrosis quística en el páncreas: en este caso la mucosa obstruye los conductos del páncreas dificultando que este libere enzimas, las cuales nos ayudan a realizar las digestiones.

 

Factores de riesgo y causas de la fibrosis quística en ancianos

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria por lo tanto, su principal causa se encuentra en un gen erróneo que crea la secreción de una mucosa atípicamente espesa.

A día de hoy esta enfermedad todavía no se puede prevenir, pero sí conocemos que hay algunos factores de riesgo a parte de la genética como por ejemplo: la exposición al tabaco y la edad avanzada.

 

¿Cómo cuidar a los ancianos con fibrosis quística?

Principales síntomas de la fibrosis quística en ancianos ¿Cuáles son los signos de alerta?

La manifestación de los siguientes síntomas que te vamos a exponer en las personas, pueden ponernos en alerta:

  • Tos persistente que en ocasiones va acompañada de infecciones respiratorias recurrentes.
  • Heces anormales y con un olor anormal o estreñimiento.
  • Pérdida de peso.
  • Dolor y sensación de hinchazón abdominal.
  • Rinitis, sinusitis y pólipos nasales.
  • Sudar un sudor salado producido por las glándulas sudoríparas.

 

¿Cómo cuidar a los ancianos con fibrosis quística?

Para los ancianos con fibrosis quística no existe una cura pero sí podemos realizar acciones que junto con el tratamiento correcto, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Primero comenzaremos hablando de los tratamientos que existen para tratar de paliar esta enfermedad:

  • Los medicamentos que se administran a los pacientes con fibrosis quística son pirfenidona y nintedanib.
  • Por otro lado, tenemos las terapias de tórax o técnicas de limpieza de las vías respiratorias para ayudar a expulsar el moco.
  • También existe la opción de realizar una oxigenoterapia.
  • Para los casos más graves se recurre a la cirugía donde por ejemplo se realiza un trasplante de pulmón.

 

Ahora nos toca explicar ¿qué podemos hacer nosotros para ayudar a los ancianos con fibrosis quística? Pues bien, lo primero es aclarar que necesitan una atención más constante y especial:

  • Deberán introducirse cambios en la alimentación, tratando de alimentarse con los alimentos de mayor aporte nutricional y en algunos casos incluir vitaminas.
  • También se recomienda realizar actividad física dentro de las capacidades que cada persona presente, dado que, las dificultades respiratorias podrían ser un obstáculo.

 

Con un cuidador o cuidadora se conseguirá un seguimiento profesional y preparado de la enfermedad, porque este será capaz de reaccionar y detectar la evolución de la fibrosis quística a tiempo para escoger los mejores cambios alimenticios o actividades físicas que los enfermos necesitan para ganar calidad de vida.

En conclusión, esta enfermedad no tiene cura y tampoco se conoce el por qué de su origen, todas las explicaciones que nos pueden dar no van más allá de un origen hereditario. Por ello, seguir los consejos que aquí os hemos expuesto es esencial para ayudar a los enfermos y proporcionarles una calidad de vida en su día a día.